8/12/2019
Necesitamos saber que son realmente los campos de concentración, que función tuvieron, qué espacio ocuparon y en que se diferencian fundamentalmente unos de otros. En ellos se dan cita la memoria europea y occidental, muy marcada por la imagen creada por el Holocausto a través del cine norteamericano, que difiere, cada vez más, de todo aquello que aporta la investigación histórica reciente. Un tercer elemento que hace palpable esta necesidad se encuentra, en la existencia en distintas partes del mundo, de cárceles secretas, centros de internamiento o reclusión, campamentos de refugiados y de desplazados donde pagan las consecuencias los civiles.
Esto viene sucediendo desde finales del siglo xix, en los conflictos coloniales en los que los ejércitos europeos, británicos, españoles y alemanes, utilizaron las primeras tácticas para separar unas poblaciones de otras y, sobre todo, aislar las bases sociales de lo que luego serían guerrillas cada vez mas prominentes. Dan Stone relata cómo la Primera Guerra Mundial supuso un cambio enorme en la incorporación de ese tipo de instituciones que utilizaban los ejércitos modernos. En el paso hacia la guerra total de entreguerras se produjo el otro efecto fatal, la progresiva expulsión de las minorías raciales y étnicas de las distintas comunidades nacionales “totalitarias”. Nacen así los campos de separación y los de exterminio nazis, los mas conocidos, pero también el gulag soviético y los que Stone denomina los campos “liberales”. Es de destacar este esfuerzo diferenciador en cifras, lógicas y despliegues que hace el autor de unos y otros, disipando cualquier tentación equiparadora y equilibrista. Es importante que se incluya el caso español, que suele quedar fuera de las monografías mundiales de este tipo de estudios. Los campos de concentración franquistas, de los que falta incorporar quizás la investigación mas reciente, alcanzan una dimensión europea importante en este mapa del terror, entre los campos franceses y los alemanes. Hay que advertir todavía que una de las principales diferencias del caso español está en la dirección de la represión franquista, que, a diferencia de estos, iba al revés: del campo a la prisión, entrando e lleno en el sistema penal y en una criminalización y estigmatización sin precedentes cuyos efectos aún siguen presentes en nuestros días.
"Campos de concentración" supone una esfuerzo de síntesis importante, con las obras de referencia de cada capítulo y mayor aparato critico para aquellos que quieran seguir formándose y creciendo en el conocimiento de este fenómeno que sigue hoy activo y explica algunos aspectos del éxito de ayer y hoy de las derivas autoritarias
Gutmaro Gómez Bravo 8/12/2019
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